top of page

Ajusta monarquía británica su imagen ante escándalos

La monarquía británica continúa ajustando su imagen pública para mantenerse en sintonía con la opinión ciudadana, como se evidenció con la reciente decisión del rey Carlos III de despojar de su título de príncipe y retirar de su residencia a Andrés Mountbatten Windsor, en medio de controversias vinculadas con el fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein.

ree

Esta medida busca aislar a la institución de escándalos que han marcado la trayectoria del príncipe Andrés tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.


George Gross, académico del King’s College de Londres, recuerda que la Ley de Privación de Títulos de 1917 permitió retirar títulos a miembros de la realeza que apoyaron a Alemania durante la Primera Guerra Mundial.


De manera similar, el aislamiento de Andrés refleja el esfuerzo por proteger la integridad de la monarquía frente a la opinión pública.


No es el primer episodio de crisis en la institución

La abdicación de Eduardo VIII en 1936 y la relación con Wallis Simpson marcó un punto de inflexión, mientras que la muerte de la princesa Diana en 1997 forzó a la familia real a reconocer públicamente el dolor de la población.

ree

Ambos casos reflejan la necesidad de equilibrar el deber monárquico con la sensibilidad ante la opinión pública.


Actualmente, la controversia con Andrés se suma a los problemas derivados de las tensiones familiares con Enrique, duque de Sussex, quien se distanció de la familia real tras renunciar a sus deberes en 2020 y se mudó a California con Meghan.


Sus revelaciones públicas y demandas legales aumentaron la presión sobre la monarquía para modernizar su protocolo y proteger su imagen ante los ciudadanos y medios internacionales.

ree

El rey Carlos III y su familia buscan mantener un equilibrio entre prestigio y poder simbólico, reforzando la idea de que los miembros de la realeza deben priorizar la reputación institucional sobre intereses personales.


La reciente reunión entre Carlos y Enrique en septiembre de este año, su primer encuentro en más de un año, es un indicio de intentos de reconciliación y de manejo estratégico de la narrativa pública.

bottom of page