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El Gobierno Municipal de Nuevo Laredo reforzó su estrategia de promoción lectora a través del programa Biblioteca Itinerante, una iniciativa que recorre planteles educativos para acercar los libros y estimular la comprensión lectora entre niñas, niños y adolescentes.

En su más reciente visita, la acción benefició a 360 estudiantes de la Escuela Primaria “Francisco Hernández Cuesta”, turno vespertino.
Durante la jornada, personal de la Coordinación de Bibliotecas desarrolló actividades dinámicas, cuentacuentos y lecturas en voz alta para fomentar un acercamiento lúdico a la lectura. El objetivo central fue despertar el gusto por los libros desde edades tempranas y fortalecer las habilidades cognitivas mediante ejercicios de participación activa.
Las autoridades municipales señalaron que estas acciones forman parte del compromiso educativo del Ayuntamiento, enfocado en reforzar la formación integral de la niñez neolaredense. Subrayaron que la lectura es una herramienta fundamental para mejorar el lenguaje, ampliar el vocabulario y potenciar la creatividad.
Lectura como hábito indispensable
Expertos consultados destacan que la lectura sigue siendo un hábito indispensable, aunque enfrenta retos derivados de la falta de interés y la fuerte competencia con medios digitales.

Por ello, fomentar la lectura desde casa resulta esencial: dar el ejemplo, permitir que los menores elijan textos según sus intereses e involucrarse en sus procesos de comprensión.
Además de sus beneficios cognitivos, la lectura fortalece la memoria, la concentración y la capacidad de análisis, habilidades clave para el desarrollo académico y personal.
También favorece la empatía al acercar a los jóvenes a diversas culturas, historias y perspectivas.
Percepción
En el caso de adolescentes, especialistas recomiendan eliminar la percepción de la lectura como una obligación.

Proponen acercar materiales relacionados con sus hobbies y temas de interés para crear conexiones más profundas con los textos y consolidar hábitos de estudio.
La lectura como desarrollo
La lectura ocupa un lugar central en el desarrollo intelectual y emocional de niñas, niños y adolescentes.

Su práctica constante mejora el lenguaje, la concentración, la memoria y la capacidad de análisis, además de ampliar el vocabulario y facilitar la comunicación.
Sin embargo, su impacto más profundo radica en la formación del pensamiento crítico.
Al leer, los estudiantes no sólo reciben información: interpretan ideas, comparan perspectivas, cuestionan argumentos y construyen criterios propios. Este proceso fortalece la autonomía cognitiva, indispensable en un mundo saturado de datos, desinformación y estímulos digitales.
La comprensión lectora, por su parte, permite procesar textos con profundidad y distinguir entre hechos, opiniones y falacias.
Por ello, fomentar la lectura desde casa y desde las escuelas no es un complemento educativo, sino una necesidad social.
La lectura abre puertas al aprendizaje interdisciplinario, mejora el rendimiento académico, alimenta la imaginación y fortalece la empatía al exponer a los jóvenes a otras culturas y realidades.



